Funciones
del Lenguaje
La finalidad de toda actividad verbal es la comunicación,
como ya sabemos. Sin embargo, el emisor de un mensaje puede valerse del
lenguaje buscando propósitos muy distintos. Bien puede querer transmitir una
información, o quizá quiera, además de eso, inducir a su interlocutor a que
realice una acción determinada, o expresar sus emociones, o jugar con las
palabras para crear mensajes bellos, para crear arte, como hacen los poetas.
Pues bien, estas diferencias tan importantes a la hora de plantearse objetivos
es lo que se denomina las funciones del lenguaje.
A grandes rasgos, podemos distinguir entre seis funciones
del lenguaje:
Función
representativa: es la función específicamente humana. Actúa
cuando utilizamos el lenguaje para realizar afirmaciones o plantear preguntas
de naturaleza objetivo. El emisor utiliza esta función cuando transmite datos,
hechos o ideas.
Ejemplo: está lloviendo, o dos por dos son cuatro.
Función
conativa (o apelativa): aquí el hablante trata de actuar sobre
el oyente, influyendo en él y tratando de operar sobre su conducta, ya sea
llamando su atención (¡Eh!, ¡Juan!), mediante imperativos (¡Deja de gritar!) o
exhortaciones (“Compre en la tienda X”)
Función
emotiva (o expresiva): Consiste en el empleo del lenguaje para
expresar los sentimientos o emociones del emisor. Por ejemplo: ¡Qué maravilla
de paisaje!
Función
poética: se utiliza cuando el emisor intenta atrae la atención
del receptor sobre el mensaje mismo y crear belleza con las palabras. Es la
función predominante en la literatura.
Función
fática (o de contacto): sirve para asegurarse de que el
circuito de la comunicación está intacto. Es muy común utilizarla en las
conversaciones telefónicas, cuando el oyente repite “sí”, o “ya”, para dar a
entender al hablante de que le está escuchando, o cuando el propio hablante
pregunta, “¿me oyes?”.
Función
metalingüística: esta función actúa cuando utilizamos el
lenguaje para referirnos al propio lenguaje, sus códigos, sus reglas y sus
componentes. Los diccionarios y los libros de gramática son un buen ejemplo,
aunque también está presente en el habla cotidiana. Por ejemplo, cuando una
persona escucha una palabra que no conoce y pregunta a su interlocutor, “¿qué
significa?”
BIBLIOGRAFIA:
http://lengua.laguia2000.com/general/las-funciones-del-lenguaje#ixzz2UcjQAZBQ
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