Niveles del Lenguaje
Esta diversificación de la lengua se refiere a
las diferencias en el uso de la
misma que provienen de los diferentes estratos
sociales, económicos y culturales. Los diferentes niveles se
caracterizan por la preferencia o uso de determinadas pronunciaciones,
construcciones gramaticales y palabras, pero existe una gran cantidad de
elementos comunes. Además, esporádicamente aparecen rasgos de un nivel en
hablantes de otro.
Se
debe insistir en que científicamente se ha demostrado que el nivel de
competencia lingüística de los hablantes (su destreza a emplear su lengua) es
independiente de su inteligencia; no refleja las aptitudes de los hablantes,
sino su diferente instrucción. El dominio de los distintos registros o
variedades sinfásicas y la capacidad de pasar de uno a otro es el rasgo que
distingue a los hablantes cultos.
Según
el nivel sociocultural y según la situación comunicativa se pueden observar
varios niveles en el uso de la lengua:
a) NIVEL CULTO: es el uso más cuidado del lenguaje.
Fonológicamente, se distingue por presentar una dicción clara, una vocalización
precisa y una entonación moderada. Suele usar procedimientos de enfatización,
sin admitir relajaciones (la d intervocálica, la d final, etc.). No es habitual
el uso de frases interjectivas.
En
cuanto a la morfosintaxis, se caracteriza por el período amplio, con sintaxis
correcta y precisa. El orden es lógico y el discurso mantiene la coherencia a
través de los elementos de correlación. Los tiempos verbales son ricos y
precisos.
En
el aspecto léxico-semántico presenta una gran riqueza y abundancia de
vocabulario: sinónimos, adjetivación variada, uso de términos específicos del
tema en cuestión. En ocasiones, uso de términos abstractos.
Este
nivel funciona como modelo de corrección, como ideal de lengua para los
estratos inferiores. Es el nivel más estable y uniforme en el uso lingüístico;
es el mejor dotado para expresar en profundidad los diversos matices del mundo
referencial que nos rodea. La lengua culta permite dar cohesión y unidad al
idioma. Este nivel culto suele aparecer en la exposición científica y técnica;
en el lenguaje humanístico y en el literario.
b) NIVEL MEDIO
(o coloquial): se trata de un nivel formal,
estándar que adopta las exigencias normativas del idioma, aunque es menos
rígido que el culto. Su uso más frecuente se da en los medios de comunicación
social. La lengua utilizada es común a la gran mayoría de hablantes que
pertenecen a un nivel sociocultural medio. Su empleo es espontáneo, ya que
utiliza la lengua común con la libertad y el descuido que permite la situación
coloquial. Puede tener el riesgo de imprecisión y ambigüedad, que queda suplido
por el uso de otros elementos extralingüísticos.
§ Entonación predominantemente expresiva: ¡Como que
no!; ¡Hasta aquí podemos llegar!
§ Dicción rápida, no perfecta, propicia al desgaste
de fonemas: Madri(d), calle (de) Alcalá.
§ Aparición frecuente de la función fática para
eliminar interferencias: ¿Me oyes?¿Te enteras
§ Uso de nexos innecesarios (polisíndeton) o
desaparición de nexos necesarios (asíndeton) que convierten las oraciones en
yuxtapuestas:Llegó, no dijo nada, se metió en su cuarto…; Y entonces va y dice
que…
§ Apelación al oyente o al consenso general: Dice
tú…; ¿Y qué me dices de…?; No me digas; Ya lo decía (fulanita); Como hace todo
quisqui; Figúrate; ¡Qué levamos a hacer!
§ Fórmulas para proseguir una conversación: Por
cieto…; A lo que iba…; Cambiando de tema…; Como te iba diciendo…
§ Fórmulas para finalizar una intervención: …y punto;
…y listo; …y basta; Total que…; En fin…
§ Enumeraciones inacabadas, a las que se añaden
fórmulas hechas: …que si tal que si cual; …que si fue que si vino…que si
patatín, que si patatán.
§ Abundancia de locuciones que intensifican la
expresión, que comparan: Me dijo tales cosas, que para qué te voy a contar; Es
tan verdad como que estos ojos se los ha de tragar la tierra; Esto es coser y
cantar; Esto es pan comido (muy fácil); Y él ere que erre (insistencia); Sabe
una burrada (mucho).
§ Utilización de recursos expresivos para ponderar,
intensificar, exagerar:
a)
Diminutivos y aumentativos con valor afectivo: ¡Vaya semanita!; ¡Qué cabezota!;
Dame una pesetita.
b)
b) Fórmulas de afirmación, negación, indiferencia: ¿Cómo no?, Faltaría más; Ya
lo creo; Ni loca; Ni hablar; Ni de broma; Nones; Naranjas de la China; Por mí,
como si te la pelas; Es tu problema.
c)
Fórmulas de cortesía: Tanto gusto; Muy amable; No se moleste; A su
disposición; A mandar; A seguir bien; ¿Tiene la bondad?; Servidor
c) NIVEL
POPULAR. Los aspectos generales que
caracterizan este nivel de lenguaje son: subjetividad del hablante, la economía
de medios lingüísticos y la apelación al oyente. Muchos rasgos son coincidentes
con el nivel anterior (de hecho supone una relajación del NIVEL COLOQUIAL).
Son
muy abundantes, como hemos comprobado, los rasgos que indican la función
expresiva, marcada por la subjetividad del hablante. Podríamos añadir algunos
más: intensificación en los adjetivos (divino, fenomenal), expresiones
enfáticas de cantidad (una enormidad, la mar de contento), comparaciones
exageradas (la cabeza hecha un bombo), creación de curiosas metáforas (estoy
hecho polvo).
Como
los interlocutores poseen el mismo marco de referencia sobre la situación,
utilizan con frecuencia oraciones inacabadas, incompletas desde un punto de
vista gramatical (oraciones suspendidas): Si yo te contara…
Hay
una tendencia a economizar medios expresivos, elipsis, porque es la rapidez por
comunicar algo lo que, aparentemente, mueve al hablante (oraciones sincopadas):
Y dede éste hasta Natalia, nueve años.
En
ocasiones, la falta de precisión determinada por los rasgos anteriores da lugar
a la ausencia o escasez de adjetivos y adverbios. Empleo, a veces, de la frase
corta, de gran simplicidad. El anacoluto es muy frecuente: El sujeto es cuando
concuerda con el verbo…Uso frecuente de ciertas palabras (pues, bueno, pero…)
que sirven fundamentalmente para resaltar la continuidad de la conversación y
adquieren una gran variedad de funciones: causal, adversativa…(Bueno, pues).
Abuso de muletillas que, por su abundancia, suponen un empobrecimiento de la
expresividad (eso…, entonces…, es que…). Empleo de frases hechas que pueden
aplicarse a las más diversas situaciones (Tirar la piedra y esconde la mano).
Se usa la segunda persona para referirse a
opiniones de la primera (Ya me dirás tú; ¿Vedad tú?). El infinitivo se utiliza
en lugar del imperativo: (¡Callar! por ¡Callad!).Es abundante elque para reforzar
( Que sí que ha venido). El hablante, como no desea
perder contacto, utiliza palabras como ¿eh? o vocativos. Estas llamadas de
atención continuas al oyente determinan el predominio de la función apelativa o
conativa.
Otra característica del lenguaje popular es el uso
de proverbios o refranes (un refrán es una
frase completa e independiente, que por lo general en forma sentenciosa expresa
un pensamiento a manera de juicio, en el que se relacionan por lo menos dos
ideas). Se trata, pues, de una expresión de carácter moral o didáctico que se
transmite oralmente, pero quienes utilizan con más frecuencia el refranero son
los hablantes de competencia idiomática limitada, más restringida.
BIBLIOFRAFIA:
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